Recientemente, la Corte Suprema resolvió anular de oficio la tramitación de un proceso en que se discutía la disolución judicial de una sociedad, ordenando retrotraer el proceso al estado de notificarse la demanda a la sociedad (sentencia Rol 127.264-2020).
El motivo de la decisión, es que se había constatado que la sociedad cuya disolución se solicitaba, tenía dos directorios diferentes funcionando en forma paralela, quienes a su vez habían designado a diferentes gerentes generales. En consecuencia, resultaba imposible determinar quién se encontraba autorizado para representar judicialmente a la sociedad.
La decisión de la Corte Suprema corrobora la importancia de mantener actualizados los libros (actas de juntas de accionistas y sesiones de directorio) y registros de una sociedad.
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